viernes, 27 de abril de 2012

Infinitas oleadas de transformación

Cuando menos te lo esperas la vida viene y te sorprende, aparece alguien que te hace recordar quien eras, que querías... Lo intentas, de verdad que lo intentas, pero el corazón tiene razones que la propia razón no entiende, te resulta imposible pasar página, dejar atrás eso de lo que él probablemente ya se haya olvidado. ¿Es cierto eso de que si una puerta se cierra se abre un ventanal sólido, fuerte y con vistas al mar? Ojalá, deseo que no sea una leyenda, deseo ser la chica que se tira al vacío por esa ventana, que se arriesga y lo da todo, que salta sin miedo, sin preocupaciones, teniendo la seguridad de que él estará ahí, esperando para cogerla de la mano y decirle, TODO SALDRÁ BIEN... pero, ¿soñar es gratis no? 17 años esperando, 17 largos, dulces, amargos, felices e infelices años en los que las comederas de cabeza, los engaños y los sueños han sido los principales protagonistas. ¿Querer es poder? MENTIRA, llevo 17 años queriendo cambiar y nada, aquí sigo, la misma de siempre, zurda y tonta como la que más. La gente no cambia, ni para bien ni para mal, yo no cambio, tú no cambias y él no cambia, él, él, él... Tengo que dejar de pensar en él para pensar un poquito más en mi, en esta vida o comes o te comen y ya he sido bastante devorada, poco o nada queda de mi... pero como decía mi abuela, hierba mala nunca muere, así que aquí seguiré, al pie del cañón, intentando cambiar, transformarme, avanzar de una vez por todas y encontrar a esa persona que me coja de la mano y me diga que todo saldrá bien...

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