sábado, 28 de abril de 2012

Cobarde con nombre de valiente

Qué bien sienta contarle a alguien todos tus problemas, que bien sienta hablarle a alguien de él. Os preguntaréis quien es ese él al que tanto nombro... no es más que el clásico amor adolescente, el típico chico guapo y encantador que te enamora y te abandona. Chico conoce a chica, se enamoran, viven una bonita relación y se acaba. Por una cosa o por otra las cosas terminan y es así, mejor asumirlo y seguir adelante que quedarse estancado en el pasado. Resulta fácil decirlo pero... ¿lo has intentado? es IMPOSIBLE, no hay manera de olvidar algo que para una niña tonta y caprichosa fue tan importante, el primer amor, el primer beso, la primera vez. Pasó de serlo todo a... esto, algo que no tiene ni nombre, una relación de amor odio con la que me he conformado. He preferido eso a nada, qué triste, ¿qué ha sido de la leona valiente y voraz que habitaba en mi? me he convertido en una cobarde, desde el primer momento en el que me conformé con tenerlo a medias perdí un cachito de mi. Me consuela pensar que no volveré a sucumbir a sus encantos, que seré fuerte, pero él y yo sabemos que soy débil, con él soy débil. Por muy segura que esté de mí misma sé que cuando aparezca, cuando se plante en frente mía y me diga un simple "Hola", todo el rencor, la ira y el enfado desaparecerán de un plumazo, solo seré capaz de quererlo, de abrazarlo. La carne es débil, yo soy débil...

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