Suma y sigue

Ilusa, esa es la palabra, ilusa...ilusa al pensar que podía pasar página, que todo había terminado, que el punto final era un punto y a parte, que él se había ido de mi. Ha vuelto, un torbellino que ha destruido los muros que tanto me ha costado levantar; ahora soy vulnerable, he vuelto a ese estado de falsa esperanza, de falsas palabras y promesas. El momento en el que te despiertas a las 3 de la mañana y ves una mensaje de él en el que confiesa echarte de menos, ése es EL MOMENTO... por eso me puede, es mi debilidad, él lo sabe y juega con ello. Me tiene, me deja, me pierde, me busca, me recupera, y así siempre, a pesar de la distancia, del tiempo y de las personas que han pasado por nuestras vidas, la historia no cambia. 

He llegado a la conclusión de que pase quien pase por mi vida nunca lo olvidaré, siempre estará ahí, un amor adolescente y caprichoso que nunca me dejará por completo. Sé que puedo ser feliz sin él, lo sé, lo he hecho durante los últimos meses y lo voy a seguir haciendo, no permitiré que mi vida gire en torno a él más de lo que ya lo hace, más de lo que ya lo ha hecho. La idea de tenerlo siempre aquí, en mi cabeza, en mi corazón, en mí, no me desagrada, me reconforta saber que siempre será parte de mi vida, de mi antigua vida, protagonista de una época feliz, maravillosamente maravillosa. Lo recuerdo cada día, lo quiero cada día, lo olvido cada día.